
- ¿Qué habrán hecho para que las cosas sean así?
*- Dicen que existe un anciano que cada noche baja desde la luna y ata con un hilo rojo a las personas que en el mundo estan destinadas a estar juntas, aquella ligazón puede estirarse y tensarse pero jamás cortarse.
Dejando entre abierto sus ojos mientras observaba el encendido de la ciudad, dijo:
- ¿Por qué he de tener dos brazos, dos piernas, dos pulmones e incluso mis dedos son pares...y así sucesivamente?
*- No, no es siempre así...
Soltando un suspiro, y mirando nuevamente el cielo y mientras cerraba sus ojos señaló:
- Si... sólo tenemos un corazón...
*- Pero incluso, cuando sólo tenemos uno... al estar frente a frente con otra persona, su corazón rellena el lugar donde debiera estar el otro que nos pertenece...
A lo que agregando entre sueños dijo:
- Incluso a esta distancia...una carta.